¿Qué es el néctar?

El néctar es felicidad, la felicidad que se da cuando se produce la unión entre dos opuestos complementarios.La más linda que habitualmente experimentamos es la sensual entre el hombre y la mujer. Ahora, cuando esa unidad se produce, además de lo físico, entre el corazón de un hombre y el de una mujer, entonces el néctar es más intenso, más profundo, más rico.

El néctar que se produce al combinar dos corazones opuestos y complementarios es sumamente atractivo porque las leyes del corazón no permiten la posesividad, sino que se genera cuando abrimos el corazón y dejamos que nuestro amor salga libre, volando como una paloma a encontrarse con el palomo o paloma que la otra persona también gusta dejar volar.

Cuando el amor, en general, lo extendemos a miles de almas surge de nuestro corazón una bandada de palomas y palomos que en su vuelo forman hermosos dibujos sinuosos en el cielo, y allí en lo alto todos estos palomos y palomas, en su vuelo, reciben la luz de los dos grandes opuestos complementarios de la naturaleza: la luna y el sol.

La luna siempre tiene en su vientre la capacidad de ofrecer infinita contención. Otorga una luz suave y cándida que nos invita a respirar profundo e ir por la vida así, lunáticos, patinando, para que entre todos formemos coreográficos círculos de patinadores tomados por las manos. A veces nos toca ir delante en la fila de patinadores, a veces nos toca entrar por dentro de las formas que los demás forman al tomarse entre sus manos, a veces nos toca formar formas que cuiden a otros, y a veces nos toca ir al final, allá en la cola, como cuando estamos cansados de tanto patín, cuidar y dirigir.

Y entonces llega el sol, que constantemente da amor, y más y más y más amor. El sol es tan genial que pareciera como que de allí dentro salieran trompetas que ejecutan música completamente loca que nos impulsa a bailar sin pensar mucho en nada. Como su brillar esconstante, el ritmo que acompaña a las trompetas es un ritmo lento, constante e incansable. Sin embargo, golpecitos de pequeños parches de tamborcitos y panderetas nos generan muecas, cambios de ritmo, juegos con los pies, la cintura, los brazos y las manos. Ante la luz del sol lo normal es que nos tomamos los unos a los otros de las manos con los brazos en equis y formamos hélices que danzan, festejando la existencia del sol de amor, y sentimos… ¡néctar!, felicidad.

Además de los del cielo, hay soles y lunas de amor en cada uno de nosotros, dentro nuestro. Y cuando nuestros soles y lunas brillan y están en equilibrio sentimos…néctar!, felicidad. Claro que hay millones de maneras de quitar las nubes y las tormentas que generalmente tenemos en nuestros corazones y especialmente en la cabeza, de modo tal que la luna y el sol que tenemos dentro salgan y se conecten, entre sí (pordentro nuestro), ¡y con las lunas y soles de los otros! (hacia fuera). Más allá de si somos varones o mujeres, o animales hembras o machos, todos los que estamos vivos, como almas, somos por naturaleza una luna fina y abierta que, como una sonrisa en el medio del pecho, se planta con forma de vasija amplia hacia el cielo para llenarse con los rayos del sol de papá Dios… y al hacerlo… unirnos con él, sentimos… ¡un gran néctar!, una gran felicidad.

Pero ahora somos también varones y mujeres, entonces como los varones somos más como solcitos y las mujeres son más como lunitas, cuando nos abrazamos sentimos… ¡néctar!, felicidad, y el amor de pareja tiene eso de bueno, de no andar tan solos… todos con todos… y nadie con nadie… saltando de uno a otro… El amor tiene y sus reglas de respeto y convivencia para poder generar néctar y que no sea un néctar sucio.

Por suerte, además de compartir nuestro amor de soles y lunas entre nosotros mismos, y con otros, también la naturaleza nos ofrece millones de soles y lunas con las cuales unirnos: son sus montañas, sus paisajes, sus ríos, sus campos, sus cantos, etc…

Ahora abrimos el corazón como si fuera una mano entreabierta con los deditos juntos, y hacemos una forma de un cuenco hacia arriba. Y entonces invitamos a una paloma a que venga. Y si viene, la dejamos ahí a que tome un poco de refugio y protección y que salga... cuando quiera Y si finalmente la paloma y la mano se sienten bien, cómodas y felices, entonces las dos almas se licúan, tal como dos frutas maduras, y el resultado es,¡néctar!: un pequeño niño que es un corazón lleno de néctar... y entonces sentimos…amor... felicidad… Néctar...

Hagamos de nuestras vidas felices y amorosos cuencos de néctar.

Pablo Schteingart

todo está lleno de amor

BJORK

Te darán amor, te cuidarán. Te darán
amor, tienes que confiar en ello.

Quizá no de las fuentes en las que tu has vertido el tuyo.
Quizá no de las direcciones en las que estás mirando.

Confía en tu amor. A tu alrededor
todo está lleno de amor; a todo tu alrededor.

Todo está lleno de amor que tu simplemente no estás recibiendo.
Todo está lleno de amor, tu teléfono se ha librado.

Todo está lleno de amor, tus puertas están todas cerradas.
¡Pero todo está lleno de amor!

Todo está lleno de amor, todo está lleno de amor.
Todo está lleno de amor, todo está lleno de amor.

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